jueves, 25 de abril de 2013

Cuentos para la diversidad: Una familia diferente


"Aquella mañana había amanecido con otra luz. Después de varios
días grises y lluviosos el sol invitaba a salir, a sentir el viento en
la cara, a mirar el mundo con otros ojos.
Así que el pequeño Sebastián y su padre decidieron ir a dar un paseo
fuera de la ciudad, buscar un lugar amplio y verde en el que jugar.
El papá, conduciendo, y Sebastián, con su balón sobre las rodillas, iban
con la mirada atenta a la carretera.
De pronto, sin saber por qué, Sebastián recordó un comentario que
había escuchado el día anterior y que no acababa de entender. Así que
trató de aclarar aquello con su padre.
–Papá, ¿qué significa “una familia diferente”?
–¿Una “familia diferente”? Mm… pues, no sé, puedes ser muchas
cosas. Para nosotros, por ejemplo, una familia en la que el padre es
chino, la madre es africana y los hijos tienen rasgos del padre y otros de
la madre.
–¿Y cómo es esa familia?
–Como cualquier otra. Digamos que es una buena familia. Se quieren
mucho, a veces tienen sus problemas, pero siempre tratan de ayudarse…
y pongamos que en esa familia a todos les encanta ir juntos al cine
a ver películas de aventuras.


Sebastián se quedó un momento pensando, recordando el comentario
de aquella persona mayor en el mercado, bastante cotilla, por cierto:
“Ya ves, ésos son una familia diferente…”
Cuando el pequeño coche rojo en el que iban, acabó de adelantar a un
camión, el pequeño insistió:
–¿Y cómo sería otra “familia diferente”?
–A ver, una en la que hay dos mamás con una hija. Son una buena
familia, se quieren mucho, a veces pueden tener su problemas pero
siempre tratan de ayudarse… y a las tres les gusta mucho ir al campo y
hacer caminatas con gente amiga hasta que ya casi se pone el sol.
–¿Y otra “familia diferente”?
–Veamos… Una con dos papás y tres hijos. Son una buena familia, se
quieren mucho, a veces tienen sus problemas pero siempre tratan de
ayudarse… y, por ejemplo, se lo pasan en grande cada vez que van a la
playa, a casa de los abuelos Rosa y José.
–Otra –pidió Sebastián.
–Bueno, una en la que el padre y la madre creen en Dios, pero cada uno
cree que ese dios es de una manera distinta.
–¿Y los hijos?
–Pues algo curioso… ¡Los hijos ni siquiera están muy convencidos de
que exista ese dios todopoderoso! Por supuesto, pese a esas diferencias,
son una buena familia, se quieren mucho, a veces tienen sus problemas
pero siempre tratan de ayudarse… y a todos les gusta ir cada fin de
semana al parque del barrio donde coinciden con algunos vecinos.
–Otra, Papá –dijo Sebastián con una sonrisa–. Otra “familia diferente”.
–En ésta hay una mamá y una hija. Pero la mamá de pequeña había
sido un niño, ¿sabes? Un niño que de mayor no quiso ser hombre,
quiso ser mujer. Y después de convertirse en mujer, decidió ser mamá.
Son una buena familia, ellas se quieren mucho, a veces tiene su s problemas
pero siempre tratan de ayudarse… y a las dos les fascina ir a la
heladería de Don Domingo a tomar juntas unos helados de fresa y chocolate.
Y así siguieron durante el resto del camino, como si se tratase de un
juego. Uno preguntando, el otro respondiendo, iban descubriendo que
aquello podía no tener fin. Cada vez encontraban más y más “familias
diferentes”.
De pronto, Sebastián se quedó callado durante unos segundos. El
coche, que ya era una manchita roja en medio de una gran pradera,
subía por un viejo camino sin asfaltar. El niño miraba silencioso cómo
los pájaros volaban de una ramas a otras mientras sonaba de fondo el
crushcrumcum de los neumáticos mordisqueando la tierra.
–Y dime, Papá, –soltó por fin– ¿nosotros también somos una “familia
diferente”?
–Mm… claro, ¿por qué no? Me imagino que todas las familias tenemos
algo que nos diferencia de las demás. Aunque creo que lo más
importante es eso que nos hace ser familia, y no tanto aquello que nos
hace ser diferentes, ¿no te parece?
Unos instantes más tarde, el coche se detiene. El sitio se parece bastante
a lo que habían estado buscando. Inmediatamente, Sebastián y su
papá corren, gritan, se divierten juntos. El balón ya rueda feliz sobre la
hierba húmeda.
No muy lejos de allí, otras familias diferentes encuentran la misma alegría.
La misma risa bajo el mismo cielo."

                                                                       Sergio Zeni Beni

1 comentario:

  1. excelente cuento!! gracias por escribir tan lindo y claro para los grandes y lxs chicxs!!!

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