jueves, 17 de octubre de 2013

La salida del armario sigue sin ser una opción libre por el miedo a la discriminación

COGAM y FELGTB muestran que casi el 45% de las personas LGTB ha sido discriminada en su vida cotidiana, un 31% en el ámbito laboral y más de un 76% en el educativo
[11/10/2013] El alquiler de una vivienda, la cena en un restaurante, la búsqueda de empleo o la visita al médico pueden tornarse en situaciones de vulnerabilidad para lesbianas, gais, transexuales y bisexuales.  “Estudio 2013 sobre discriminación por orientación sexual y/o identidad de género en España”, investigación realizada por la Federación Estatal de Lesbianas, Gais, Transexuales y Bisexuales, FELGTB, y el colectivo LGTB de Madrid, COGAM, recogen las vivencias de 762 personas LGTB residentes en España y su autopercepción de la discriminación sufrida en diferentes ámbitos de la vida cotidiana.
El 44,6% de la población participante se ha sentido discriminada por su orientación sexual o identidad de género en algún establecimiento privado abierto al público, el 30% en el ámbito de la hostelería. Sin embargo sólo 1 de cada 3 tomó medidas, principalmente poner una queja en el propio local.
Más preocupante es, si cabe, que en el ámbito laboral se han sentido discriminadas el 31,2% de las personas encuestadas. Las bromas son el padecimiento en el 73% de las ocasiones, pero a ello se suma que casi la mitad (47,5%) ha sufrido trato discriminatorio por otros compañeros, 24% acoso aboral, 20% trabas en la promoción profesional y para casi otro 20% su identidad de género o su orientación sexual han supuesto una traba en la búsqueda de empleo. En este caso, dos tercios han tomado medidas, principalmente ante la propia empresa (30,9%), sindicato (9,2%) o asociación LGTB (8,8%).
La Administración pública ha sido un centro de discriminación para el 18%, y la sanidad pública para el 20,2%, pese a que son espacios donde no se muestra mayoritariamente la orientación sexual y por tanto se da por hecho la heterosexualidad de las y los usuarios.
Centros de enseñanza
Sin embargo, una vez más, vuelve a mostrarse que el principal lugar de discriminación para la población LGTB es el ámbito educativo. El 76% ha sufrido homofobia, bifobia o transfobia en su centro de estudios, principalmente colegio o instituto, y ejercida por sus compañeros/as (92,8%). El 26,9% menciona también como victimario al profesorado.  
Las víctimas, en su mayoría menores, se encuentran vulnerables, y sólo el 16% encuentra la determinación para tomar medidas ante este bullying, mayoritariamente quejándose ante el propio centro educativo (86%).
Denuncia
Sólo el 5% ha acudido a la Justicia tras haber sido objeto de LGTBfobia, aunque el 40,6% cree que debería haberlo hecho. Este desfase muestra una gran indefensión de lesbianas, gais, transexuales y bisexuales ante la discriminación que sufren. Si bien el 55% no lo hizo por desconfianza en el sistema, el 29% no lo hizo por razones de visibilidad.
Salir del armario
El miedo a salir del armario paraliza, por tanto, a más de un cuarto de las posibles denuncias relacionadas con la discriminación por orientación sexual o identidad de género. Numerosas personas siguen percibiendo que la revelación de su orientación es un riesgo para ellas y por tanto la salida del armario no es una opción libre.
Muchos comentarios que acompañaban a las respuestas iban en el sentido de la visibilidad. “No soy muy visible”. “Nadie supo que era gay”. “Si fuera amanerado o me vistiera de forma no convencional, sería discriminado”. “Me automargino para no tener problemas”.
Demandas
La fragilidad de lesbianas, gais, transexuales y bisexuales es un problema que las administraciones públicas deberían abordar con políticas proactivas que aseguren la igualdad real, una vez alcanzada la igualdad legal. Si la demanda de ayuda implica una visibilización que no todas las personas LGTB están preparadas para afrontar, deben ser las administraciones públicas las remuevan los obstáculos para el libre ejercicio de los derechos de toda la ciudadanía.
“Mientras en el Congreso debaten sobre una ley que quiere eliminar la educación contra los prejuicios basados en orientación sexual e identidad de género, lesbianas, gais, transexuales y bisexuales tenemos que seguir lidiando contra la discriminación desde nuestra infancia. La homofobia, la bifobia y la transfobia son problemas reales que la administración se niega a abordar, con las consecuentes consecuencias en nuestras vidas”, ha destacado Esperanza Montero, presidenta de COGAM.
La presidenta de FELGTB, Boti García Rodrigo, ha afirmado que “los datos son muy preocupantes y no pueden ser más claros: hace falta una Ley de Igualdad de Trato y No discriminación. No es un tema partidista ni ideológico, es un tema de seguridad jurídica urgente para una parte de la ciudadanía.”
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Estudio completo: http://bit.ly/GOK3HH

jueves, 10 de octubre de 2013

Otras miradas: Aportación de las mujeres a las matemáticas




La federación de Enseñanza, en colaboración con el Instituto de la Mujer, pone en marcha la colección Otras miradas, una serie de volúmenes, que se corresponde con las materias establecidas para la etapa de Secundaria. Se realiza con el propósito de suplir las insuficiencias existentes en los libros de texto de esas etapas, en relación con la transmisión de contenidos que visibilicen a las mujeres y sus aportaciones en todos los campos del saber.

Este primer volumen lo dedicamos al ámbito de las matemáticas. Se pretende dejar constancia del esfuerzo y de las aportaciones de las mujeres matemáticas a lo largo de la historia. Por ello hemos escogido a trece mujeres, de entre muchas que existen, porque creemos que sus propias vidas  y sus aportaciones matemáticas son elementos de indudable interés para la formación, tanto en conocimiento como en valores, de los y las estudiantes. En base a esos dos aspectos se proponen, además, dinámicas y ejercicios para el trabajo en el aula.

El esfuerzo del profesorado en la sensibilización y en la transmisión de la igualdad como valor social básico es una tarea ineludible. En esa dirección proponemos dos aspectos fundamentales a evitar: los estereotipos sexistas, que sitúan a las mujeres en papeles relacionados con el ámbito doméstico, en exclusiva, y el androcentrismo de la ciencia, que ve al mundo desde la exclusiva mirada masculina.

Históricamente relegadas de la educación, de la política, de la participación social…de la ciudadanía, la sociedad ha impuesto a las mujeres el ejercicio de unos roles muy definidos , relacionados normalmente con el cuidado, la educación de los hijos y las hijas, la alimentación y la familia…las tareas de ámbito privado, doméstico. Un ámbito importante, sin el que no existiría todo lo demás, pero desvalorizado socialmente.

Ahora bien, desde los inicios de la civilización encontramos a mujeres que han luchado por salir de la esfera de lo privado y ser reconocidas en el ámbito público. Ha sido una tarea muy complicada que ha de reconocerse a las mujeres de todos los siglos y clases sociales. Solo algunas lo han tenido más fácil, debido a unas especiales condiciones familiares favorables. Aún así, la historia volvió a discriminarlas invisibilizando su nombre y sus aportaciones a la Cultura de la humanidad.
 http://www.fe.ccoo.es/comunes/recursos/25/pub99423_Otras_miradas._Aportaciones_de_las_mujeres_a_las_matematicas.pdf



Otras miradas. Aportaciones de las mujeres a las matemáticas (Para integrar en el currículo de Secundaria) CCOO Enseñanza  

jueves, 3 de octubre de 2013

Nuestro compromiso por la integración real del alumnado

Vivir libremente la propia orientación sexual e identidad de género, y expresarlas sin temor en total libertad, son derechos humanos que no pueden cuestionarse en sociedades que consideran que han alcanzado un nivel de ciudadanía aceptable y que, además, como en el caso de España, presentan leyes, a priori, no discriminatorias por motivos de índole sexual.
  Sin embargo, como sabemos, la discriminación homófona o transfóbica es una cuestión cotidiana en nuestra sociedad y, especialmente, en nuestras aulas, en las que el insulto más utilizado es “maricón” y en el que la presencia de las chicas lesbianas y chicos y chicas transexuales es prácticamente inexistente, siendo la invisibilidad otra forma más de discriminación.
  Tal y como recogen Generelo y Pichardo (2006), aunque hay similitudes entre la homofobia y otras formas de discriminación, también hay diferencias claras que exigen el compromiso activo de los docentes, porque mientras que en una discriminación racial, por ejemplo, el alumno o alumna cuenta con el apoyo de su entorno familiar, en la homofobia y transfobia, la familia suele desaparecer como elemento de apoyo, o incluso, el miedo a que lo sepan los padres se convierte en el principal factor que obliga a guardar silencio ante el maltrato y la discriminación.
   Señala Amnistía Internacional que una de las principales armas utilizadas para llevar a cabo un tipo de violencia es el propio ocultamiento y la negación de la existencia de personas homosexuales y transexuales, así como la atribución de que las relaciones homosexuales y sus modos de expresión son algo perverso y vergonzoso. De este modo, desde el sistema educativo, que se presupone consciente y defensor de la diversidad de su alumnado, se debe ofrecer a los adolescentes LGTB modelos positivos y directos con los que pueda identificarse en su proceso de desarrollo personal, que es justamente uno de los objetivos básicos de la Educación Secundaria., el desarrollo integral y autónomo del alumnado.
La realidad homosexual es una constante tanto dentro como fuera de las aulas y los profesionales de la educación tenemos la obligación de informar y dar herramientas de análisis crítico acerca de la realidad que rodea a nuestros adolescentes, con el objetivo  de convertirlos en ciudadanos que, a partir del conocimiento, sean capaces de vivir e integrarse en una sociedad múltiple y cambiante.

                                                                                  Entendiendo a Guille y a Mina
                                                                             Belén de la Rosa Rodríguez (Coord.)
                                                             Belén Molinuelo. Jesús Sevillano y Ana Castellón