jueves, 21 de febrero de 2013

Homosexual individual y colectivo

Ser lesbiana o gay y desarrollarse como tal es algo que indiscutiblemente viene unido a nuestra propia relación con los demás. Una persona se autodefine homosexual cuando ha asumido de forma personal que siente atracción hacia las personas de su mismo sexo (homosexual individual). Esta etapa interior del propio individuo, no alcanza su punto más alto hasta que la conciencia de lesbiana o gay no se pone en común con el resto de la sociedad (homosexual colectivo). Es decir, hasta que no se lo cuentas a otros, hasta que no lo haces público.
Pero esta puesta en común para con los que nos rodean, no significa que no seas lesbiana o gay anteriormente si no lo has contado a nadie. En absoluto. Los propios mecanismos de interactuación, en la sociedad, la educación que hayamos recibido, el ámbito rural o urbano en el que hayamos crecido, el ambiente familiar, y otros factores sociales, hacen que la asunción de la condición sexual de un individuo por sí mismo se produzca a diferentes edades. Por eso hay muchos homosexuales que asumen su orientación afectivo-sexual en distintas etapas de su vida.
   Como decía anteriormente, no es lo mismo asumir de forma individual que sientes una atracción afectivo-sexual hacia las personas de tu mismo sexo, que poner en común este sentimiento con los que te rodean. Este acto de hacer pública la condición sexual al resto de la sociedad (homosexual colectivo), es lo que se conoce como “salir del armario”.
   Salir del armario es igual de difícil que asumir con carácter individual tu orientación sexual, pero lo usual es que si tú ya tienes conciencia de que eres lesbiana o gay, te resulte menos traumático hacerlo público a aquellas personas que comparten contigo el día a día. Esto es lo usual, pero puede pasarte justamente lo contrario, que sepas que eres homosexual pero no te atrevas a hacerlo público. Si estás en este punto es el momento de armarte de valor y dejar que se desarrollen estos sanos sentimientos haciendo partícipe de ellos a esa persona afín que te rodea y que intuyes que no te fallará. Normalmente uno o una sale primero del armario con sus amigos más íntimos o con un familiar de confianza que le asesorará y le apoyará en todo momento para enfrentarse a esta nueva etapa de la vida. No hay que tener miedo de adentrarse en esta nueva fase, pues la reafirmación y el asumir, primero contigo mismo y luego con los que te rodean, tu verdadera orientación sexual, es el fin de una etapa de dudas que no nos llevaban a la plena felicidad y realización como persona.
  Está claro que una vez que la salida del armario de un/a homosexual empieza a hacerse “real”, es decir, que cada vez son más las personas que conocen tu orientación sexual, también hay que estar preparado/a para enfrentarte al rechazo que en muchos ámbitos de tu vida diaria te vas a encontrar. Por desgracia, ser lesbiana o gay y vivirlo con plena naturalidad no está totalmente aceptado en algunos de los sectores de la sociedad. Cuando esto te ocurra, lo primero que tienes que pensar es que nunca debes dar marcha atrás. Te ha costado mucho aceptar por ti mismo tu condición afectivo-sexual, y los comentarios o desprecios que puedas llegar a sufrir por parte de alguna persona no deben repercutir en tu propia felicidad y desarrollo como individuo.
En tu propia felicidad y desarrollo como individuo.
Mario Suárez