lunes, 21 de noviembre de 2016

Ciclo Cine y Emociones 2016. La diversidad sexual en Educación

La presente edición de Cine y emociones se centra en la diversidad sexual y de género. Películas como "Mi vida en rosa"(1996, Alain Berliner), "Tomboy"(2011, Cèline Scianma) o"C.R.A.Z.Y."(2005, Jean-Marc Vallée) ilustran esta mirada inclusiva en contra de la incompleta y "normativizada" diversidad en Educación.

La educación en la diversidad afectivo-sexual y de género


A lo largo de nuestra carrera como docentes seguro que nos hemos encontrado, o nos encontraremos, con alumnas, alumnos o alumnes que no encajen en los esquemas heteronormativos y cisexuales de la mayoría. Quizás muchos no lo expresen porque su identidad se está formando o, simplemente, lo tienen claro pero perciban la hostilidad de su entorno próximo y desarrollen habilidades sociales especiales (a veces poderes extrasensoriales muy próximos a los de los superhéroes de la Marvel) para intentar salir del colegio con el menor número de traumas posibles.



Que sea una minoría no nos da derecho a no tratar el tema, a no formarnos sobre diversidad sexual e identidades de género y sexo de la misma manera que abordamos otros ámbitos de la diversidad. Ya es hora de que la “diversidad” se trate desde un punto de vista humanista e inclusivo y no únicamente clínico.
Desde nuestro ámbito profesional debemos pedir a la administración que se ponga en marcha la normativa aprobada en el pasado curso y de la que los propios centros educativos no parecen tener noticias. No nos vale la escusa de los presupuestos, ya que muchas de las medidas reflejadas en la ley son tan sencillas como dar instrucciones desde Consejería para incluir un protocolo transexual/transgénero en los proyectos educativos, por ejemplo.

Os animamos a que consultéis la ley y pidamos a la administración pública la formación adecuada, como es su obligación proporcionárnosla.
La reciente Ley 8/2016 aprobada el 27 de mayo, de igualdad social de lesbianas, gais, bisexuales, transexuales, transgénero e intersexuales, y de políticas públicas contra la discriminación por orientación sexual e identidad de género en la Comunidad Autónoma de la Región de Murcia es el motivo del ciclo Cine y emociones de este curso. Creemos necesaria una reflexión a nivel institucional y social para ampliar el concepto de diversidad, alejando el enfoque clínico en Educación, hacia una idea de inclusividad, más humanista.

Artículo 25.2 (Plan integral sobre educación y diversidad LGBTI.)
Se integrará la educación en valores de igualdad, diversidad y respeto desde la Educación Infantil hasta la enseñanza obligatoria, explicando la diversidad afectivo sexual desde las edades más tempranas, eliminando los estereotipos de “normalidad” basados en la heterosexualidad como la única orientación sexual válida y admitida, haciendo comprensible para todos las diferencias entre identidad sexual, expresión de género y orientación sexual. Se fomentará la utilización en la escuela de recursos pedagógicos (juguetes, juegos, libros, material audiovisual), que fomenten la igualdad entre todas las personas con independencia de su identidad sexual, orientación sexual y su expresión de género.

El cine como recurso didáctico y la educación emocional

Las experiencias emocionales y audiovisuales son decisivas en la construcción de la identidad personal y en las posibilidades que se establecen en la educación para la vida, para la felicidad y para el bienestar. · El cine como instrumento pedagógico que se adentra, reproduce e investiga la vida humana, sus conflictos, pasiones y emociones nos conecta con el “como si”, es decir, ese mundo irreal o percepción virtual desde la cual vivimos y sentimos, reconociéndonos, identificándonos, transformándonos y adaptándonos a través de la risa, la tristeza, el amor, el gozo... despertando en el espectador unos sentimientos, pensamientos, actitudes que transferirá al aprendizaje de experiencias en un medio y situación concreta. · El cine es además una ventana abierta al mundo que ofrece un lenguaje, un medio de comunicación, un arte,... donde se conjuga un análisis técnico, estético, sociológico, psicológico y pedagógico de la realidad que nos ha tocado sentir y vivir (Bautista y San José, 2002; Tarkovski, 2002; Ortigosa, 2002; Martínez-Salanova, 2003 y Eco, 2004). La finalidad del binomio «cine y emociones» no es otra que la de garantizar un proceso de educación integral caracterizado por un adecuado grado de homeostasis entre las dimensiones personales y sociales de los individuos, es decir, el sentido de globalidad del ser humano.
El manejo didáctico del cine permite un acercamiento al modelo necesario de escuela incluyente "una escuela para todos y todas", con la educación para la paz, el desarrollo, la interculturalidad y la coeducación, así como con la construcción de una cultura de aceptación, de reconocimiento y de respeto hacia la diversidad humana. La importancia concedida a las emociones en el último cuarto del siglo pasado ha llevado a revisar el concepto de inteligencia, y en ella se han incluido y reconocido elementos emocionales, surgiendo el término de “Inteligencia Emocional” (Goleman, 1996). la inteligencia emocional es el conjunto de habilidades que sirven para expresar y controlar los sentimientos de la forma más adecuada para desenvolverse en el terreno personal y social. La emoción es una respuesta compleja, rápida y corta que implica actividad fisiológica, psicológica y conductual, que dispone a la acción y ayuda a las personas a solucionar problemas, situaciones complicadas y decisiones asociadas a la vida y la supervivencia. el cine como instrumento pedagógico que se adentra, reproduce e investiga la vida humana, sus conflictos, pasiones y emociones nos conecta con el “como si”, es decir, ese mundo irreal o percepción virtual desde la cual vivimos y sentimos, reconociéndonos, identificándonos, transformándonos y adaptándonos a través de la risa, la tristeza, el amor, el gozo... despertando en el espectador unos sentimientos, pensamientos, actitudes que transferirá al aprendizaje de experiencias en un medio y situación concreta. GUTIÉRREZ MOAR, Mª C.; PEREIRA DOMÍNGUEZ, Mª C. y VALERO IGLESIAS, L. F. El cine como instrumento de alfabetización emocional. En Teoría de la Educación. Revista Interuniversitaria, vol. 18, 2006, pp. 229-260.


sábado, 12 de noviembre de 2016

Tomboy, la identidad sexual en la infancia

La reciente Ley de igualdad social LGTTBI es el motivo del ciclo Cine y emociones de este curso. Creemos necesaria una reflexión a nivel institucional y social para ampliar el concepto de diversidad, alejando el enfoque clínico en Educación y acercándolo hacia una idea más inclusividad y humanista.


'Tomboy' podría traducirse como 'marimacho' o 'machona' en referencia a una chica poco femenina. La palabra también se forma de 'boy', chico en inglés, y jugando con las letras puede formarse 'toy' o juguete. Tomboy es la historia de una niña, Laure, que finge ser un chico llamado Michaël ante sus nuevos amigos. Laure está a punto de empezar quinto de primaria en una nueva escuela y sus padres se han mudado a una nueva casa. Bajo la apariencia de un cine austero y hermético, la película se convierte en un título mayor que trata la duda no ya sexual sino identitaria. Tomboy no es la historia de un cuerpo sino de un alma encerrada en un cuerpo. Tomboy habla de la necesidad de eliminar los prejuicios y las ideas preconcebidas que desde pequeños aplicamos a las diferentes posibilidades genéticas (ser hombre o mujer). Es un error asociar el color azul a lo masculino y el rosa a lo femenino, es un error distinguir unos juguetes para ellos de otros para ellas, y es una tontería que a cada sexo se le atribuyan unos comportamientos, modos de actuación o formas de hablar. En una escena enternecedora y reveladora, Laure esconde el tubo de plastilina que utiliza para simular el pene que no tiene en la misma caja donde guarda sus dientes de leche: el objeto que sustituye aquella parte física de la que carece es parte de su ser, de su sentir, de su forma de ver la vida, de relacionarse, de entender el mundo, y por eso lo deja junto a aquellos dientes que en su día fueron parte de su anatomía. La cineasta Céline Sciamma propone un juego constante con el concepto de género, presentando escenas típicamente masculinas o femeninas en las que el/la protagonista intenta imponer no la persona que indica su carnet de identidad sino el ser que quiere ser. La película queda descrita como un viaje a un nuevo escenario que metafóricamente es el viaje hacia un nuevo 'estado'. Tomboy es la crónica de una mentira que es un juego de niños, pero que atañe a una realidad muchísimo más seria que empezará en el momento que Laure inicie su etapa escolar. De hecho, no es casualidad que la película empiece en una esfera infantil y acabe incumbiendo a los padres. Lo que Tomboy no nos enseña es el pueblo o ciudad, la civilización y la sociedad al fin y al cabo: Laure deberá luchar siempre por defender quién es verdaderamente, porque uno es aquello que quiere o siente que es, y porque las hormonas de Laure no tardarán en abandonar la inocencia de la infancia

jueves, 10 de noviembre de 2016

"Cine y emociones" para una diversidad inclusiva

El pasado martes comenzó la segunda edición del ciclo "Cine y emociones", centrado esta vez, en la diversidad sexual  y de género en Educación. Gabriel Gómez (activista trans), María José Pedraja (FECCOO y profesora de la Universidad de Murcia) y José Gracia (Educafectos) moderaron el debate tras la proyección.
Gabriel Gómez y José Gracia
 A lo largo de nuestra carrera como docentes seguro que nos hemos encontrado, o nos encontraremos, con alumnas, alumnos o alumnes que no encajen en los esquemas heteronormativos y cisexuales de la mayoría. Quizás muchos no lo expresen porque su identidad se está formando o, simplemente, lo tienen claro pero perciban la hostilidad de su entorno próximo y desarrollen habilidades sociales especiales (a veces poderes extrasensoriales muy próximos a los de los superhéroes de la Marvel) para intentar salir del colegio con el menor número de traumas posibles.
Que sea una minoría no nos da derecho a no tratar el tema, a no formarnos sobre diversidad sexual e identidades de género y sexo de la misma manera que abordamos otros ámbitos de la diversidad. Ya es hora de que la “diversidad” se trate desde un punto de vista humanista e inclusivo y no únicamente clínico.
Desde nuestro ámbito profesional debemos pedir a la administración que se ponga en marcha la normativa aprobada en el pasado curso y de la que los propios centros educativos no parecen tener noticias. No nos vale la escusa de los presupuestos, ya que muchas de las medidas reflejadas en la ley son tan sencillas como dar instrucciones desde Consejería para incluir un protocolo transexual/transgénero en los proyectos educativos, por ejemplo.  
Os animamos a que consultéis la ley  y pidamos a la administración pública la formación adecuada, como es su obligación proporcionárnosla.
  
Ley 8/2016, de 27 de mayo, de igualdad social de lesbianas, gais,
bisexuales, transexuales, transgénero e intersexuales, y de políticas
públicas contra la discriminación por orientación sexual e identidad
de género en la Comunidad Autónoma de la Región de Murcia.

Capítulo IV
Medidas en el ámbito de la educación
Artículo 25.- Plan integral sobre educación y diversidad LGBTI.

1.    Toda persona tiene derecho a la educación, sin discriminación alguna basada en su orientación sexual o identidad de género y con el debido respeto a éstas.

4. Teniendo presente el derecho de las personas transexuales a poder desarrollar libremente su personalidad durante su infancia y adolescencia conforme a su identidad sexual, la dirección de los centros educativos establecerá las siguientes medidas a fin de evitar discriminaciones por razón de identidad sexual y el menoscabo de los derechos a la intimidad y vida privada del alumnado:

a)    Se indicará al profesorado y personal de administración y servicios del centro que se dirija al alumnado transexual por el nombre elegido por éste.

b)    Se mantendrá la identidad registral, garantizándose la confidencialidad de los mismos y se adecuará la documentación administrativa del centro educativo sujeta a exposición pública y la que pueda dirigirse al alumnado haciendo figurar en dicha documentación el nombre elegido.

c)    Se debe respetar la imagen física del alumnado así como la libre elección
      de su indumentaria.


d)    Se evitarán actuaciones diferenciadas por sexos. Cuando se realicen actividades que por sus características y objetivos requieran esta diferenciación, se tendrá en cuenta el sexo sentido por el alumnado.